En la industria alimentaria, mantener un alto nivel de higiene y limpieza es de suma importancia. La seguridad y la salud de los consumidores dependen de la calidad de los productos alimentarios y de las prácticas de elaboración. La más mínima negligencia de los protocolos de higiene de la limpieza industria alimentaria puede provocar contaminación, brotes de enfermedades y sanciones legales.
Por todos estos motivos, las empresas de elaboración de alimentos, de restauración y del sector HORECA, entre otros, deben aplicar procedimientos estrictos de limpieza e higiene.
Para ello, deben prestar atención tanto a los productos de limpieza industrial que se usan en el sector como tener en cuenta una serie de buenas prácticas que os detallamos a continuación.
¿En qué consiste la limpieza en la industria alimentaria?
La limpieza en la industria alimentaria es un proceso que requiere de mucha atención y cuidado. Se trata de una limpieza más exigente que la que haríamos en nuestro hogar y se debe prestar atención a la desinfección. Para ello, se deben eliminar todos los residuos y microorganismos que puedan afectar la calidad y seguridad de los alimentos.
En este sentido, se divide en dos etapas: limpieza y desinfección.
La primera consiste en quitar restos como residuos orgánicos y grasa de equipos y superficies, mientras que la desinfección se encarga de eliminar los microorganismos que puedan contaminar los alimentos.
Es importante destacar que la limpieza y desinfección deben realizarse por separado, ya que son procesos distintos.
A mayores, la limpieza industrial no solo se lleva a cabo en el sector de la alimentación, también se realiza en otros sectores empresariales como la industria química, farmacéutica o la automotriz, por citar algunos ejemplos.
En cada una de estas industrias, la limpieza se debe adaptar a las necesidades específicas de cada empresa. Por ejemplo, en una empresa de refrigeración es importante mantener limpias los conductos de ventilación y las torres de refrigeración mediante el uso de líquidos específicos.
En cambio, en una cocina es fundamental usar desengrasantes para evitar este tipo de suciedad, y así minimizar las caídas.
A continuación, entramos en detalle de cómo se debe realizar la limpieza industria alimentaria y su importancia para mantener la seguridad e higiene en el sector.
La importancia de una buena higiene en el sector de la restauración
La importancia de este tipo de limpieza radica en evitar el crecimiento y la propagación de patógenos microbianos nocivos, como bacterias, virus, hongos y parásitos, y en preservar la calidad de los productos alimenticios.
Para ello, se debe erradicar tanto la suciedad visible como la que no ve, entre la que se incluyen las sustancias orgánicas e inorgánicas, de las superficies, equipos, utensilios y herramientas de las plantas de elaboración de alimentos.
Al hacer esto, se consiguen las siguientes ventajas:
- Mejorar la seguridad y las normas de higiene en el lugar de trabajo.
- Generar confianza y fidelidad entre los clientes.
- Protege la salud de los trabajadores y empleados,
- Cumplir con las normas reglamentarias y de inspección de alimentos y de Sanidad.
- Reducir y evitar los riesgos de contaminación cruzada y de enfermedades transmitidas por los alimentos.
- Aumentar la vida útil y la eficacia de los equipos y la maquinaria.
Por todos estos puntos positivos, no es de extrañar que las empresas de procesamiento de alimentos mantengan unas normas de higiene y unas prácticas que incluyen un régimen de limpieza y saneamiento eficaz y coherente.
Para poder aplicar estas normas primero hay que entender los tipos de limpieza que se aplican en el sector. Entre ellas están las siguientes.
La limpieza industria alimentaria: pasos clave para llevarla a cabo
El proceso de limpieza en la industria alimentaria implica varios pasos y técnicas, según las instalaciones y el equipo utilizado. A continuación, citamos los procesos clave que todas las empresas que se dediquen al sector deben seguir.
1. Preparación para la limpieza
Antes de iniciar el procedimiento de limpieza, es esencial prepararse para el proceso. Esto implica llevar a cabo los siguientes pasos:
- Utilizar equipos de protección individual o EPIs, como guantes, delantales, gafas y mascarillas, para garantizar la seguridad de los trabajadores y evitar la contaminación.
- Aislar la zona que hay que limpiar y señalizarla con señales de advertencia para evitar cualquier percance o accidente durante el proceso.
- Reunir con antelación el equipo necesario, como cepillos, rasquetas, esponjas y productos de limpieza. Un claro ejemplo es usar desengrasantes para suelos y
- Retirar de las superficies cualquier resto de comida o suciedad.
Una vez se prepara el terreno toca la limpieza. Para ello, existen dos formas de limpieza, en seco y húmeda. Comenzamos explicando la limpieza en seco.
2. Limpieza en seco
El primer paso de la limpieza es la limpieza en seco. Consiste en eliminar la sustancia seca de la superficie antes de aplicar agua o productos de limpieza como detergente o fregasuelos. Esto puede hacerse de varias formas:
- Cepillando cualquier partícula visible de suciedad o polvo con un cepillo o un rascador.
- Aspirando la superficie para eliminar cualquier resto o partícula de comida que no pueda eliminarse con el cepillado.
3. Limpieza en húmedo
Tras el proceso anterior toca la limpieza húmeda, que implica el uso de agua, agentes limpiadores y desinfectantes tipo tensioactivos o enzimáticos para eliminar cualquier resto de suciedad, grasa o microorganismos.
Éstas son algunas de las técnicas habituales de la limpieza en húmedo:
- Utilizar chorros de agua a alta presión para limpiar suelos, paredes y techos.
- Limpiar las superficies con detergentes, que ayudan a eliminar las manchas de grasas, aceites y grasas.
- Aclarar la superficie con agua limpia para eliminar los restos de detergente.
- Desinfección: Para ello, se utilizan productos químicos específicos que deben ser autorizados para su uso en este sector.
- Aplicar desinfectantes y evitar en la medida el uso de productos químicos que dejen olores. Algunas soluciones de cloro, peróxido o compuestos de amonio cuaternario funcionan bastante bien a la hora de eliminar los microorganismos restantes. Estos productos deben usarse con cuidado y con precaución. Por supuesto, es clave respetar y seguir las instrucciones del fabricante para evitar cualquier riesgo de toxicidad o contaminación.
4. Inspección y validación
Tras la limpieza, la inspección y la validación son esenciales para garantizar y documentar la eficacia de los procedimientos de limpieza. Esto implica los siguientes pasos:
Lo primero es comprobar la superficie mediante verificaciones visuales para verificar que se ha eliminado toda la suciedad y las bacterias.
Después de la inspección se debe anotar y registrar el procedimiento de limpieza, desde el agente limpiador utilizado y la hora y fecha para futuras consultas.
Finalmente, es importante documentar los procedimientos de limpieza y saneamiento para evitar problemas con Sanidad y cumplir con todos los requisitos normativos y de inspección.
Como habéis podido comprobar las prácticas eficaces de limpieza y saneamiento en la industria alimentaria son cruciales para garantizar la seguridad y la calidad en el sector.
Es importante respetar los pasos anteriores y comprobar que los programas de limpieza y desinfección aseguren que todas las partes de las instalaciones estén debidamente limpias, incluido el equipo de limpieza. Así, se evitan problemas de todo tipo y te aseguras de que las instalaciones de tu empresa están limpias y cumplen con la ley.